La evolución de las redes sociales ha originado el Social Business, como la actividad que usa el software social, los medios sociales y las redes sociales para que las personas interactúen, al mismo tiempo que los recursos y la información. Estas interacciones pueden originar negocios, y ser rentables para las diferentes áreas de una empresa, por lo que hay que aprovecharlas.
Al mismo tiempo las empresas pueden diseñarse para alcanzar un objetivo social, con lo que los negocios sociales en red exploran nuevas formas de hacer negocios, ejemplo del crowdsourcing, la colaboración y participación de los empleados de manera natural, etc. Para que el Social Business triunfe se debe de ver desde una perspectiva holistica, integrando a clientes, empleados y personas que consumen, que representan sus conexiones y dándoles una experiencia social global.
No por muy manido deja de ser verdad que las empresas que mejor sepan adaptarse al Social Business serán aquellas que no sólo respondan a los retos, sino que innoven con sus soluciones; no sólo reaccionen a tiempo, sino creen tendencia en los demás y no sólo se reinventen sino obliguen a las demás a hacerlo con éllas.
Pero, y al mismo tiempo, todo lo anterior debe de ser rentable para la compañía, o lo que es lo mismo, aumento de ingresos acompañado de una reducción de costes. Pero, y aquí viene el presente contínuo, debe de mejorar el ambiente social, no sólo el de sus propios trabajadores y skateholders, sino el de toda la comunidad, es decir, sus clientes y los que no lo son tienen que tener la percepción de una empresa socialmente responsable, además del permenente y continuo desarrollo de nuevos productos que mejoren ambientalmente nuestro Planeta, o que por lo menos no lo empeoren.
Para conseguir todo lo anterior es fundamental combinar los factores siguientes: el social mobile, el cloud computing y el big data, o lo que es lo mismo, la conexión de smartphones y smart-cities. La eficiencia de las plataformas del social media para que puedan aplicarse a todos los departamentes, especialmente los de ventas, recursos humanos, atención al cliente, marketing, comunicación, producción, logística, diseño, publicidad, contabilidad etc. A la vez, se debe de gestionar el cambio permanente de una manera natural, combinando tendencias económicas y sociológicas con el fin de optimizar la organización. Y, finalmente se debe de gestionar el talento como algo propio de todos los que tienen que ver con la organización, ampliándose el conocimiento, el ingenio y la competitividad a toda la sociedad.
Nada de lo anterior será posible si no se consigue tener confianza, credibilidad, notoriedad, reputación y capacidad de prescripción en nuestro día a día.
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