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jueves, 27 de febrero de 2014

EL CONCEPTO DE IDENTIDADES PROYECTO DE MANUEL CASTELLS


"El surgimiento de las identidades proyecto se convierte en la cuestión clave, capaz en potencia de reconstruir una nueva suerte de sociedad civil y, a la larga, un nuevo estado. A este respecto, no seré prescriptivo ni profético, sino que más bien me extenderé sobre los resultados provisionales de mi observación de los movimientos sociales y los procesos políticos. Mi análisis no excluye la posibilidad de que unos movimientos sociales bastante diferentes a los considerados aquí puedan tener un importante papel en la construcción de la sociedad futura.
(...) El hecho de que una comunidad se construya en torno a una identidad de resistencia no significa que probablemente evolucione hacia la construcción de una identidad proyecto. Puede muy bien mantenerse como una comunidad defensiva. O, también, puede convertirse en un grupo de interés y unirse a la lógica de la negociación generalizada, la lógica dominante en la sociedad red. No obstante, en otros casos, las identidades de resistencia pueden generar identidades proyecto, orientadas hacia la transformación de la sociedad en su conjunto, en continuidad con los valores de una resistencia comunal a los intereses globales establecidos por los flujos globales de capital, poder e información.
(...) A saber, la globalización, la reestructuración capitalista, la interconexión organizativa, la cultura de la virtualidad real y la primacía de la tecnología por la tecnología, los rasgos clave de la estructura social de la era de la información, son las fuentes mismas de la crisis del estado y de la sociedad civil tal y como estaban construidos en la era industrial.
(...) Así pues, la lógica dominante en la sociedad red provoca sus propios desafíos en la forma de identidades de resistencia comunales y de identidades proyecto que surgen potencialmente de esos espacios, en condiciones y mediante procesos que son específicos de cada contexto institucional y cultural. La dinámica contradictoria resultante se encuentra en el centro del proceso histórico mediante el cual se está constituyendo una nueva estructura social y la carne y hueso de nuestras sociedades. 
(...) El nuevo poder reside en los códigos de información y en las imágenes de representación en torno a los cuales las sociedades organizan sus instituciones y la gente construye sus vidas y decide su conducta. La sede de este poder es la mente de la gente. (...) Quien gane la batalla de la mente de la gente gobernará, porque los aparatos rígidos y potentes no serán un rival, en el espacio de tiempo razonable, para las mentes organizadas en torno al poder de redes alternativas y flexibles.
(...) Las entidades que expresan proyectos de identidad orientados a cambiar los códigos culturales deben ser movilizadoras de símbolos. (...) He observado dos clases principales de estas entidades potenciales. A la primera la denominaré los profetas. Son personalidades simbólicas cuyo papel no es el de los dirigentes carismáticos o el de los estrategas sagaces, sino el de dar un rostro (o una máscara) a una sublevación simbólica, de tal modo que hablen en nombre de los insurgentes. (...) Las transiciones históricas, a menudo operadas en medio de instituciones que se desmoronan y de formas políticas exhaustas, siempre han sido el tiempo de los profetas. 
(...) Sin embargo, la segunda y principal entidad detectada en nuestro viaje por las tierras habitadas por los movimientos sociales es una forma de organización e intervención interconectada y descentralizada, característica de los nuevos movimientos sociales, que refleja y contrarresta la lógica interconectada de dominio de la sociedad informacional. (...) Estas redes hacen algo más que organizar la actividad y compartir la información. Son los productores y distribuidores reales de códigos culturales. (...) Es este carácter descentralizado y sutil de las redes de cambio social el que hace tan difícil percibir e identificar los nuevos proyectos de identidad que están en camino. (...) En estos callejones traseros de la sociedad, ya sea en redes electrónicas alternativas o en redes populares de resistencia comunal, es donde he percibido los embriones de una nueva sociedad, labrados en los campos de la historia por el poder de la identidad".

[Manuel Castells, La era de la información: economía, sociedad y cultura, III Vols. Vol. II. El poder de la identidad, México, Siglo XXI Editores, 3ª ed., 2001, págs. 396-402. Cursivas del autor].



sábado, 22 de febrero de 2014

MANUEL CASTELLS: SOCIEDAD RED Y EL DOMINIO DE LA CULTURA POR LA CULTURA.




"Desde una perspectiva histórica más amplia, la sociedad red representa un cambio cualitativo en la experiencia humana. Si aludimos a una antigua tradición sociológica según la cual, en el nivel más fundamental, cabe entender la acción social como el modelo cambiante de las relaciones entre naturaleza y cultura, estamos, en efecto, en una nueva era. El primer modelo de relación entre estos dos polos fundamentales de la existencia humana se caracterizó durante milenios por el dominio de la naturaleza sobre la cultura. Los códigos de la organización social expresaban casi directamente la lucha por la supervivencia bajo el rigor incontrolable de la naturaleza, como nos enseñó la antropología, remontando los códigos de la vida social hasta las raíces de nuestra entidad biológica. 
El segundo modelo de relación establecido en los orígenes de la Edad Moderna, asociado con la Revolución industrial y el triunfo de la razón, contempló el dominio de la naturaleza por la cultura, formando a la sociedad mediante el progreso del trabajo, por el cual la humanidad encontró tanto su liberación de las fuerzas naturales como su sometimiento a sus propios abismos de opresión y explotación. Estamos entrando en un nuevo estadio en el que la cultura hace referencia directa a la cultura, una vez dominada la naturaleza hasta el punto de que ésta se revive («preserva») de modo artificial como una forma cultural: de hecho, éste es el significado del movimiento ecologista, reconstruir la naturaleza como una forma cultural ideal. Debido a la convergencia de la evolución histórica y del cambio tecnológico, hemos entrado en un modelo puramente cultural de interacción y organización sociales. Por ello, la información es el ingrediente clave de nuestra organización social, y los flujos de mensajes e imágenes de unas redes a otras constituyen la fibra básica de nuestra estructura social. No quiere decirse que la historia haya acabado en una feliz reconciliación de la humanidad consigo misma. De hecho, es casi lo contrario: la historia sólo está comenzando, si por ella entendemos el momento en que, tras milenios de batalla prehistórica con la naturaleza, primero para sobrevivir, luego para conquistarla, nuestra especie ha alcanzado el grado de conocimiento y organización social que nos permitirá vivir en un mundo predominantemente social. Es el comienzo de una nueva existencia y, en efecto, de una nueva era, la de la información, marcada por la autonomía de la cultura frente a las bases materiales de nuestra existencia. Pero no es necesariamente un momento de regocijo porque, solos al fin en nuestro mundo humano, habremos de mirarnos en el espejo de la realidad histórica. y quizás no nos guste lo que veamos".

[Manuel Castells, La era de la información, economía, sociedad y cultura, III Vols. Vol. I La sociedad Red, Madrid, Alianza Editorial, 2ª ed., 2000, pág. 558].

sábado, 15 de febrero de 2014

EL CONCEPTO DE SENTIMIENTO DE COMUNIDAD PARA ALFRED ADLER

Dedicado A-Ma-Te




Alfred Adler (1870-1937) fundador de la psicología individual, y precursor de la psicología humanista o constructivismo, a diferencia de Freud, tiende a minimizar la importancia del instinto biológico y sostenía que las actitudes del hombre eran adquiridas y no innatas, de carácter persistente y difíciles de cambiar. Es decir, Adler concibe al ser humano de manera holistica, como una unidad y no dividido en consciente e inconsciente como lo hacía Freud, y lo contempla siempre dentro y respecto a su entorno: las emociones, actitudes, acciones y pensamientos no se evalúan desde la persona sino desde la comunidad, en su contexto social. Para entender a una persona no basta entender las causas de su conducta, sino sus objetivos. Para Adler el ser humano se construye en ficciones, maneras idiosincráticas de percibirse a sí mismo y al mundo, necesarias para orientarse en su entorno, para guiar sus sentimientos y actitudes, para planificar y llevar a cabo sus actos. Sus ficciones pueden ser mejores o peores, si en la ficción el error es grande pueden provocar neurosis mientras los pequeños errores una personalidad normal. El concepto de ficción está relacionado con finalidad, cómo la persona persigue objetivos, fines y metas, más o menos útiles, pero para Adler un determinado objetivo sólo es útil cuando contribuye al bien de la comunidad, y no exclusivamente al individuo. Para él existe un patrón común entre las ficciones inútiles, los neuróticos tienen como ficción directriz el afán de superioridad o de poder, entendido como sobrecompensación de un profundo sentimiento de inferioridad. En el fondo el neurótico es un ser inferior a los demás, y cuanto más grande es su sentimiento de inferioridad más fuerte se hace la necesidad de compensarlo o mitigarlo con aires de superioridad y sentimientos de grandeza. En las personas sanas las ficciones tienen un carácter útil para la comunidad, aunque cree Adler que la inferioridad es siempre ficticia, subjetiva y sujeta a la concepción idiosincrásica de la persona. Para Adler el sentimiento de inferioridad se da en niños delicados de salud o con disminución física, psíquica o sensorial; niños descuidados o educados con excesivo rigor, y niños excesivamente mimados o consentidos. 
Para Adler sólo en la comunidad, en relación con los demás, el individuo se convierte en persona, la comunidad se convierte en un marco ético para la valoración del acto humano. La persona se enfrenta a tres tareas de la vida con respecto a esta comunidad que tiene que resolver satisfactoriamente: trabajo, amor y vida en comunidad (se pueden añadir la relación del individuo consigo mismo y con el universo). Lo importante es el sentimiento de comunidad, es decir, buscar el bien de uno mismo dentro del bien común, con lo que la neurosis es en el fondo una falta de sentimiento de comunidad, o dicho de otra forma, una forma de afán de superioridad como compensación de un sentimiento complejo de inferioridad. El sentimiento de comunidad tiene para Adler un fuerte componente ético y utópico. 
Les dejo este interesante vídeo sobre el amor de Freud, Jung y Adler:



Y el libro El sentido de la vida de Adler:
http://es.scribd.com/doc/1018410/Adler-Alfred-El-Sentido-De-La-Vida


miércoles, 12 de febrero de 2014

EL APRENDIZAJE SOCIAL. BANDURA Y WALTERS


Uno de los desarrollos teóricos del neoconductismo en psicología social tuvo como objetivo central el estudio del aprendizaje social, más concretamente, el aprendizaje por imitación
El aprendizaje humano ocurre mayoritariamente de forma vicaria mediante la observación de modelos, y afecta a la conducta de tres maneras: el efecto modelado (adquisición de respuestas nuevas, que previamente no se encontraban en el sujeto), el efecto inhibitorio o desinhibitorio (incremento o disminución de la frecuencia, latencia o intensidad de respuestas adquiridas previamente por el observador y similares a las que muestra el modelo), y por último, el efecto de modelación (la observación de las respuestas del modelo sirve como señal para que el observador dispare respuestas similares que ni son completamente nuevas, ni están inhibidas como consecuencia de un aprendizaje previo).
El modelo del aprendizaje social de Bandura y Walters les lleva a incluir en el marco conceptual del aprendizaje el concepto de refuerzo vicario. Por ejemplo, los anuncios de publicidad. La propaganda regularmente utiliza la anticipación de recompensas para influir en nuestra conducta. Los medios de comunicación nos muestran continuamente los efectos positivos derivados de la compra o utilización de los productos anunciados. 
La influencia del refuerzo vicario y el hecho que ni éste ni el refuerzo directo afecten necesariamente al aprendizaje, aunque sí a la ejecución, presupone la existencia de representaciones e imágenes de la conducta y del refuerzo. Es decir, el estímulo no provoca directamente la conducta del observador sino la adquisición de un patrón cognitivo encubierto de tal conducta, independientemente de que ésta sea ejecutada.
Para Bandura: "Supuestos esenciales de la teoría del aprendizaje social son que las influencias modeladoras originan el aprendizaje debido fundamentalmente a sus funciones informativas y que los observadores adquieren sobre todo representaciones simbólicas de las actividades del modelo más que asociaciones estímulo-respuesta específicas".
El aprendizaje por imitación depende de cuatro procesos: los dos primeros de índole cognitiva son el proceso de atención y discriminación de la conducta del modelo, los restantes son los procesos de retención de la conducta observada, y procesos de motivación junto con los procesos de reproducción motora. 
Bandura evoluciona hacia posiciones cognitivas y se aleja del determinismo ambientalista, que culmina con su concepción del determinismo recíproco: "Desde la perspectiva del aprendizaje social, el funcionamiento psicológico es una interacción recíproca continua entre determinantes personales, conductuales y ambientales". 
La insuficiencia, tanto del condicionamiento clásico como del operante, para explicar el aprendizaje que tiene lugar en contextos sociales, lleva a Bandura a centrarse el el aprendizaje por observación, en el que necesariamente hay que tener en cuenta la intervención de procesos cognitivos como la atención, la comprensión o el recuerdo.
  

viernes, 7 de febrero de 2014

CARL HOVLAND. LA COMUNICACIÓN PERSUASIVA Y EL PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DE YALE.


Carl Hovland (1912-1961) nació en Chicago y estudió en la Universidad de Northwestern, doctorándose en 1936 en la Universidad de Yale, realizando su tesis doctoral bajo la dirección de Clark Hull, uno de los cuatro grandes teóricos del conductismo. Obtuvo una plaza, ese mismo año, de profesor en el Instituto de Relaciones Humanas de la Universidad de Yale. Durante la Segunda Guerra Mundial (1942) fue contratado por el gobierno de EEUU para realizar una serie de investigaciones sobre la actitud de los soldados norteamericanos, formando parte de un proyecto más amplio dirigido por el sociólogo Samuel Stouffer, y otros científicos sociales. Resultado de este proyecto dio lugar a la obra The American Soldier, publicada en cuatro volúmenes en 1949. Después de la Segunda Guerra Mundial los estudios se centran en el estudio experimental de la persuasión, buscando los efectos en la comunicación persuasiva, y es nombrado director del departamento y del laboratorio de psicología de la Universidad de Yale. Por aquella época creó el Yale Communication and Attitude Change Programme, para lo que obtuvo financiación de la Fundación Rockefeller, realizando estudios sobre el cambio de actitudes, que son considerados como su contribución más importante a la psicología social.
Según Hovland, las actitudes pueden ser definidas como una disposición o tendencia a responder positiva o negativamente hacia cierta clase de objetos (ideas, personas o situaciones). Hovland crea un modelo según el cual la adquisición y mantenimiento de actitudes y opiniones tienen lugar porque su expresión manifiesta o su repetición interna van seguidas de un refuerzo positivo, el cual puede ser experimentado o simplemente anticipado, más adelante sustituye el concepto de refuerzo por el de incentivo, convirtiéndose en la noción central de dicho modelo. Resumiendo, en lo que se refiere a la influencia y características del comunicador sobre el cambio de actitudes, los resultados de los trabajos de la Universidad de Yale demostraban que el cambio de actitud es más probable cuando la persona que transmite el mensaje es percibida como inteligente y creíble. Los estudios encaminados a analizar los efectos de las características del mensaje mostraron que cuando éste provoca un alto grado de temor en la audiencia, el proceso de persuasión es menos efectivo. Otras conclusiones es que la efectividad del mensaje es mayor cuando en éste se incluían las conclusiones que cuando debían ser sacadas por la audiencia. También mostraron que los mensajes unilaterales eran más efectivos si la audiencia no tenía información sobre el tema, y en caso contrario, resulta más efectiva la presentación de puntos de vista diferentes. Además, Hovland y sus colaboradores mostraron que la presentación de dos puntos de vista contrapuestos sobre un problema tenían un efecto de inoculación, haciendo a la audiencia más resistente a la contrapersuasión en el futuro. Con respecto a la audiencia sacaron la conclusión que si bien la inteligencia no influye en la efectividad de la comunicación persuasiva, otras características personales, como el neuroticismo o la autoestima, sí tenían efectos. Las conclusiones de Hovland y sus colaboradores de la Universidad de Yale sobre el papel del incentivo desempeña en el cambio de actitudes, pueden resumirse en la idea de que cuanto mayor sea el incentivo que la persona espera obtener, mayor será la probabilidad de que se produzca un cambio de actitud. El conclusión, la propuesta teórica de Hovland, enmarcada en el neoconductismo hulliano se construye sobre la hipótesis general de que el cambio de actitud depende del refuerzo contingente al mismo; así mismo, la sustitución del concepto refuerzo por el de incentivo supuso dar un mayor papel a la anticipación que la persona hace de las consecuencias  que a la obtención real de éstas.
Años más tarde y en colaboración con Sherif, elaborarían un nuevo modelo teórico del cambio de actitudes, enfoque basado en el juicio de estímulos sociales, compuesto por formulaciones verbales de temas sociales . Cuando se presentan una serie de enunciados actitudinales que cubren un continuo de posiciones, las personas crean una zona de rechazo, una de aceptación y una zona neutral. De esta forma, los efectos de la comunicación dependen de la forma en que sus contenidos son categorizados por la persona. 
Les dejo este vídeo ilustrativo sobre la ciencia de la persuasión:









martes, 4 de febrero de 2014

TEORÍA DE LA COMPARACIÓN SOCIAL DE LEON FESTINGER



La teoría de la comparación de Festinger tiene su origen en el proceso mediante el cual los grupos informales tienden a mantener opiniones y creencias similares, es decir, cuando una persona se siente atraída por un grupo social, éste grupo se convertirá en la realidad social con la que compara sus creencias. La teoría de la comparación de Festinger se basa en que los grupos sociales ejercerán presión sobre sus miembros para que haya uniformidad, tanto en las opiniones y creencias como en las habilidades; cuando entre los miembros de un grupo hay discrepancias de opinión, lo más frecuente es que las personas que mantienen ideas discrepantes reciban presiones para cambiar de opinión, de tal manera que se ajusten a las del grupo. En caso extremo se seguirá la estrategia de rechazar a los miembros del grupo que mantengan diferencias con respecto a los demás, en resumen, la teoría de la comparación social de Festinger postula que existe una tendencia universal a evaluar nuestras creencias y habilidades, que confiamos en la comparación con otras personas cuando no existe otra fuente objetiva de comparación con aquellas personas que consideramos próximas y similares a nosotros.
La teoría de la comparación social dio lugar a un conjunto de investigaciones sobre atracción interpersonal, cohesión grupal y nivel de aspiración; y la más importante dio lugar a la teoría de la identidad social de Henri Tajfel, según la cual en los procesos de comparación social juegan un importante papel para mantener una autoimagen positiva; como miembros de un grupo social tendemos a compararnos con otros miembros de otros grupos sociales de estatus inferior al nuestro de tal forma que nuestra imagen de grupo al que pertenecemos sea favorecida.

Vean el interesante vídeo sobre los grupos sociales: 



domingo, 2 de febrero de 2014

LEON FESTINGER Y LA TEORÍA DE LA DISONANCIA COGNITIVA


Leon Festinger nace en Nueva York en 1919, originario de una familia de inmigrantes rusos, primero estudió ciencias en el City College de Nueva York y se formó como psicólogo en la Universidad de Iowa; terminado su doctorado ingresó en el recién creado Centro de Investigación en Dinámica de Grupos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dirigido por Kurt Lewin. Pero cuando falleció éste en 1947, Festinger se trasladó al Centro de Dinámica de Grupos de Michigan; trabajando más tarde como profesor de psicología de la Universidad de Minnesota. En 1955 se traslada a la Universidad de Stanford y dos años después publicaría su obra A Theory of Cognitive Dissonance que sería su aportación a la psicología social, junto con la teoría de la comparación social. En 1968 Festinger volvió a Nueva York como profesor del New School for Social Research en donde permaneció hasta su muerte en 1989. 
La hipótesis central de la teoría de la disonancia es que cuando se presentan dos ideas o cogniciones sobre uno mismo, la conducta que lleva a cabo o en su entorno contradictorias o inconscientes entre sí, se crea una tensión psicológica que motiva a la persona a hacer lo posible por reducirla. Dicha hipótesis dio lugar a numerosas investigaciones por parte de Festinger, entre los que sobresalen los experimentos sobre la forma en que se manifiesta la disonancia cognitiva en la toma de decisiones - situaciones en las que debemos elegir entre dos objetos de similares características- y en las situaciones de condescendencia forzada o aceptación inducida- aquellas en las que nos vemos obligados a manifestar algo contrario a nuestras creencias. 
La disonancia cognitiva es, por tanto, aquella situación en la que la persona percibe la existencia de una contradicción entre dos elementos de cognición. Para ilustrar la existencia de este tipo de situaciones, Festinger propone, entre otros ejemplos, el caso de una persona que fuma a pesar de saber que el tabaco es perjudicial para la salud. En este ejemplo, la situación de disonancia vendría provocada por la contradicción entre el conocimiento que la persona tiene sobre su conducta y el que tiene sobre las consecuencias de la misma. 
La reducción de la disonancia puede lograrse, según Festinger, introduciendo cambios en los elementos de cognición modificando el comportamiento, las actitudes, las creencias, etc, o añadiendo elementos de cognición nuevos que contribuyan a reducir las contradicciones existentes.
En las situaciones de condescendencia forzada, en las que la persona se ve obligada a comportarse de forma opuesta a sus opiniones o a afirmar algo contrario a sus creencias y en los de disonancia postdecisional, al final lo importante es la libertad de elección, las consecuencias positivas o negativas de la acción, el grado en que la persona se sienta responsable de las mismas, la magnitud y el tipo de incentivo, etc...
La teoría de la disonancia cognitiva no ha estado exenta de críticas. Fueron criticadas sus experimentaciones por el uso poco ortodoxo que hacían del método experimental y la consiguiente dificultad para replicar las condiciones bajo las cuales se habían desarrollado los mismos. También se criticó la falta de ética de muchos de sus experimentos para poner a prueba las hipótesis de esta teoría, en los que era frecuente recurrir al engaño y forzar a las personas a llevar a cabo acciones o a mantener opiniones que entraban en conflicto con sus creencias. Otros autores señalaron que la disonancia sólo aparece cuando la persona se comporta de manera inconsistente con la imagen que tiene de sí misma; por ejemplo, cuando la persona se autopercibía como alguien honesto. En cambio, no había disonancia cuando la persona no considera deshonesto en hecho de mantener una opinión contraria a sus creencias, o cuando la honestidad no sea un rasgo central de la definición que la persona hace de sí misma. También destacar que el requisito previo para que la disonancia se experimente es, sin duda alguna, que la persona se sienta implicada en la conducta que realiza. 

Os dejo este interesante vídeo donde se explica la disonancia congnitiva: