La “cronificación” de la crisis está produciendo movimientos profundos en lo social instituido que todavía no se alcanzan a vislumbrar. La ciudadanía reclama respuestas políticas eficaces, pero también que sean representativas del cambio de mentalidad ya producido en amplias capas de la población.
El análisis en detalle de las actuales demandas de cambio político y social se hace cada vez más necesario. La corrupción y la consiguiente crisis de credibilidad del sistema político muestran una dimensión obvia del problema. Sin embargo, otros aspectos, siendo menos estridentes, son igualmente merecedores de análisis y discusión.
Es preciso comprender las renovadas demandas de participación ciudadana en la esfera pública. Los procesos de decisión y de gestión de las políticas públicas exigen un grado de conocimiento técnico innegable pero este argumento ya no se acepta como justificación de una creciente autorreferencialidad que ignora a los ciudadanos. La sociedad ya no confía en sus expertos.
Los destinatarios de las políticas quieren ser también sus inspiradores: esto supone un reto para el sistema pero también una oportunidad para la revitalización de la democracia. Se exige transparencia de los partidos políticos, de los movimientos sociales y de los nuevos cauces de participación que están surgiendo en el mundo digital. Los temas de debate se amplían y los foros de discusión se mezclan con las tertulias cotidianas de los medios de comunicación, con las redes sociales y las nuevas formas de interacción mediante las tecnologías de la información y la comunicación. Las ideas para nuevas políticas surgen y es importante ser capaces de escucharlas, valorarlas y aprovecharlas. Esta II Conferencia quiere ser un foro que facilite el análisis y la propuesta de nuevas políticas públicas y sociales.