El m-commerce no es sólo la versión móvil del e-commerce. La explosión del canal móvil ha cambiado el comercio electrónico tradicional, debido a las nuevas fórmulas que se han desarrollado de la mano del móvil. Numerosas tiendas tradicionales de comercio electrónico han adaptado sus portales a la navegación móvil mientras que otras han optado por lanzar una aplicación nativa en las plataformas más populares, cosechando excelentes resultados. Según un informe realizado por Forrester, titulado “European Online Retail Forecast 2011-2016”, el e-commerce crecerá en España un 19% anual hasta 2016. El informe predice que las ventas a través de internet en los 17 mayores mercados de Europa se situarán por encima de los 172.000 millones en los próximos años. Sin embargo la asignatura pendiente de España son las compras a través del teléfono móvil. Mientras en Japón el 40% de los usuarios compran a través de un smartphone, en España tan sólo lo hace un 24%. El dato para el optimismo es que el número de usuarios que utilizan su teléfono para comprar se ha cuadruplicado desde 2010 y las previsiones de los principales analistas no muestran signos de desfallecimiento. Las compras a través del móvil jugarán un papel muy importante en las compras multicanal.
Factores que atraen a los usuarios
• Libertad. El comercio tradicional está limitado por los horarios comerciales y la ubicación de la tienda. El consumidor quiere comprar a cualquier hora y desde cualquier lugar.
• Ahorro de tiempo. No hay necesidad de acudir al establecimiento físico, ahorrando tiempo en desplazamientos y colas para probar o pagar.
• Encontrar la mejor oferta. El usuario puede buscar en el momento una alternativa mejor y valorar cuál le convence más.
• Toma de decisiones. Poder analizar el resto de productos, da confianza al consumidor en el proceso de toma de decisiones. Cuando se está convencido, la compra se hace de manera inmediata.
Barreras del m-commerce
Los factores más importantes que impiden el despegue del m-commerce en España son:
• Confianza. Aunque la penetración de smartphones en España es importante, la adopción de la tecnología móvil como nuevo canal de ventas evoluciona de manera muy tímida. Se consulta en el móvil pero se finaliza la compra en la tienda física o en el ordenador.
Las iniciativas que están poniendo en marcha algunos fabricantes de telefonía uniendo fuerzas con las entidades financieras para introducir nuevos mecanismos de pago en los establecimientos son la prueba de que, aunque queda mucho camino por recorrer, se están dando los primeros pasos. Pero no todo se debe achacar a la desconfianza de los consumidores. Las empresas deben poner de su parte para aportar alternativas a su negocio, aprovechando los nuevos canales comerciales que ha generado la movilidad.
• Seguridad y privacidad. Desconfianza en el funcionamiento de las pasarelas de pago y en la preservación de los datos de carácter personal. La apuesta de las entidades financieras por la banca móvil ha sido un buen ejemplo de cómo fracturar esta limitación y convencer a los usuarios de que pueden hacer transacciones a través del móvil con total
seguridad.
• Usabilidad. El tamaño del dispositivo y la pantalla táctil, sumado a que, en ocasiones, la experiencia de usuario no recibe el cuidado que se merece, hace que muchos renieguen del móvil para hacer compras e incluso consultas de información.
• Conexión. Con la evolución de los dispositivos y la mejoras a nivel de conexión que ofrecen las operadoras de telefonía, la tecnología es una barrera cada vez menos apreciable. Es inevitable que queden zonas aisladas, por el alto desembolso que conllevaría dotar de plena cobertura lugares como aparcamientos, túneles, ascensores o poblaciones de montaña.
• Tecnología. En la mayoría de los estudios disponibles al respecto, los usuarios muestran mayor predisposición por las compras a través de sitios móviles, en detrimento de las aplicaciones móviles nativas. Algo significativo, que se refleja en que prefieran funcionalidad y usabilidad por encima de la navegación y el diseño.
No obstante, los avances que se van haciendo a nivel de tecnología, la preocupación por mejorar la experiencia de usuario y la flexibilidad cada vez mayor de los usuarios para adoptar el nuevo canal, es percibido por los analistas como una señal de maduración. De ahí que estimen un crecimiento en el m-commerce cercano al 25% en los próximos años.